Para decirlo en términos simples, es lo que Dios nos dice que hagamos. Un error común de pensamiento para muchos Cristianos es que estamos dando a Dios una porción de lo que es nuestro. En verdad, el diezmo no es nuestro para dar a Dios, sino que es de Dios para que lo devolvamos. Consideramos que es un privilegio tenerlo para devolverle a Él, ya que representa un reconocimiento tangible de que todo lo que tenemos le pertenece a Él. "Cada hombre debe dar lo que ha decidido en su corazón a dar, no con renuencia o bajo compulsión, porque Dios ama a un dador alegre". 

"Ahora el que provee semilla al sembrador y el pan para alimento también proveerá y aumentará su tienda de semilla y agrandará la cosecha de su justicia. Usted se enriquecerá en todos los sentidos para que pueda ser generoso en cada ocasión y a través de nosotros tu generosidad resultará en acción de gracias a Dios" 

2 Corintios 9: 7, 10-11

Hay una clara diferencia bíblica entre los diezmos y las ofrendas. La Biblia menciona ambos por separado, aunque el Señor requirió que ambos fueran llevados a Él. El diezmo es la décima parte de todos los ingresos que Dios provee. Las ofrendas son donaciones dadas a Dios por encima del diezmo.

En tiempos económicos difíciles, muchas personas piensan que no pueden dar. Es una lucha que entendemos, pero también entendemos que Dios es más grande que nuestras luchas financieras. Es un buen momento para preguntarnos: ¿Confiamos en nuestras capacidades o en Dios? 

II Corintios 9: 6 nos recuerda: "Acuérdate de esto: El que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente también segará generosamente".

Te desafiamos a reevaluar tus prioridades. Lo que sugerimos es que evalúes en qué gastas tu dinero y pregúntate si estás viviendo como si todo lo que tienes pertenece a Dios. Dios es siempre fiel a cuidar de nosotros. No importa lo que estamos experimentando actualmente financieramente, Dios promete suplir todas nuestras necesidades. Filipenses 4:19

¡Ahorra tiempo! ¡Ahorra trabajo! ¡Simplifica tu vida! ¡Usted puede evitar la molestia de escribir y recordar los cheques! También puede ayudar a su consistencia y fidelidad en dar.